Una buena presentación es la tarjeta de visita, la primera
impresión siempre vale.
Tanto en los concursos morfológicos, ‘modelo e andamiento’ o
para el cuadrilongo de doma clásica, para la equitación de trabajo, el rejoneo
o para la venta, la imagen es importante. Cada disciplina tiene sus reglas
respecto a la presentación estética del caballo.
La tradición es dejarles a los caballos enteros la crin y el
tupé considerablemente largos, lo que hace que aumente el volumen y la cola que
se corta un poco si toca el suelo.
La crin larga permite múltiples de posibilidades para
realizar los trenzados A las yeguas y caballos capados lo normal, es cortarle
el tupé y los pelos de la nuca y entresacar las crines, dejándolos con solo
tres o cuatro dedos de largo. También se les corta la cola, afectando al maslo (cortar
el macho). Esto suele ser muy frecuente en los caballos capados para uso
campero y acoso y derribo, a los que se denominan jacas. En caballos enteros
las crines presentarán unas trenzas más voluminosas, llamadas morcillas,
también cosidas y cayendo preferentemente sobre el lado izquierdo. Al no llevar
el tupé rapado este se trenzará igual que las crines.
