Consejos para atar a un caballo
Es importante entrenar a los caballos a estar atados para el
cepillado, baño, el herrado, etc. Por lo regular, a un caballo que se le lleva
bien de la cuerda, se le ata también bien.
Debe atar a los caballos a algo fuerte y seguro, como una
pared o un árbol, en lugar de a un poste débil o a una valla. Ate la cuerda a
una anilla de cáñamo, que estará atada a una argolla, así el cordel se romperá
en caso de urgencia, por ejemplo, si al caballo le entra el pánico, tira hacia
atrás y se cae al suelo.
Si a un caballo le entra el pánico mientras esté atado,
usted debe mantener la calma: si él se suelta, es menos probable que se
desboque si usted permanece tranquilo.
Nunca ate a un caballo en un lugar desconocido ni le deje
sin vigilancia, asegúrese de que se siente seguro y cómodo. Lo ideal es escoger
un sitio donde pueda ver a otros caballos.
Es peligroso atar a los caballos demasiado abajo o con la
cuerda tan larga que puedan pasar sus extremidades anteriores por encima de
ella. Tampoco es prudente atarlos a una puerta.
Como medida de seguridad, para evitar que caballo deshaga el
nudo con los dientes, pase el extremo de la cuerda a través de la lazada.
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